Cómo complementar tu dieta con vitaminas y suplementos prenatales

La alimentación siempre es una elección personal, y durante el embarazo se vuelve aún más importante. En general, las mujeres embarazadas necesitan más nutrientes de lo habitual. Diferentes vitaminas y suplementos prenatales pueden ser beneficiosos junto con una dieta equilibrada, dependiendo de cómo afecte el embarazo a tu cuerpo y tu salud en general. Aquí tienes algunos puntos clave a considerar.

Jenny Jansson

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Verificada por Jenny Jansson

partera licenciada

Cómo complementar tu dieta con vitaminas y suplementos prenatalesFoto: Preggers

Para determinar qué es lo mejor para ti y tu bebé, habla con tu médico o ginecólogo. Ellos controlarán tus niveles de nutrientes durante el embarazo y te orientarán sobre los suplementos que podrías necesitar. Mientras que algunos suplementos son esenciales, otros, como los productos herbales y ciertos remedios tradicionales, pueden ser perjudiciales durante el embarazo. A menudo hay poca investigación sobre sus posibles efectos secundarios, y un bebé en desarrollo puede ser aún más sensible a ciertas sustancias que tú.

Si sigues una dieta equilibrada, es probable que obtengas suficientes nutrientes esenciales, como ácidos grasos Omega-3, ácido fólico, hierro, calcio y yodo. Sin embargo, en algunos casos, se necesitan vitaminas, minerales o ácidos grasos Omega-3 adicionales para apoyar tu embarazo. Si tienes restricciones alimentarias, tomar suplementos se vuelve aún más importante.

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Ácidos grasos Omega-3: DHA

El DHA es un tipo específico de ácido graso Omega-3 que se encuentra en pescados grasos como el salmón y el arenque. Si consumes pescado graso con regularidad (al menos una vez por semana), probablemente no necesites un suplemento.

Si tienes dudas, ten en cuenta que el pescado aporta muchos otros beneficios para la salud. Si estás abierta a incluir pescado en tu dieta, generalmente es una mejor opción que los suplementos.

Para quienes no comen pescado, los suplementos de DHA a base de aceite de pescado o de algas pueden ser una buena alternativa. Una dosis diaria de 200 mg es razonable. Elige productos que indiquen claramente la cantidad de DHA en la etiqueta.

Vitamina D

La vitamina D está presente de forma natural en el pescado, los huevos y los alimentos fortificados, como los productos lácteos, las bebidas vegetales y la margarina. Consulta el envase para verificar si un producto está fortificado.

Si no consumes estos alimentos, deberías tomar un suplemento de 10 mcg (400 UI) de vitamina D al día. Además, recuerda que la luz solar es una fuente natural de vitamina D. Si usas ropa que cubre todo tu cuerpo durante el verano, se recomienda un suplemento.

Ácido fólico

En general, se recomienda que, si planeas quedar embarazada en los próximos meses, tomes un suplemento diario de 400 mcg de ácido fólico.
Esto ayuda a reducir el riesgo de defectos del tubo neural, como la espina bífida, en el bebé. Si ya estás embarazada, sigue tomando ácido fólico hasta el final de la semana 12 de gestación.

Yodo

Para asegurarte de que consumes suficiente yodo, usa sal yodada al cocinar. La etiqueta del producto debe indicar si la sal está yodada. Sin embargo, evita el consumo excesivo de sal, ya que puede ser perjudicial para la salud.

Si consumes productos alimenticios a base de algas, ten en cuenta que algunas variedades contienen niveles muy altos de yodo. Consulta con tu médico para asegurarte de que estás obteniendo el equilibrio adecuado, ya que un exceso de yodo también puede ser perjudicial.

Hierro

Muchas mujeres embarazadas necesitan un aporte adicional de hierro. Tu médico controlará tus niveles de hierro y te indicará si y cuándo es necesario tomar un suplemento.

Calcio

El calcio se encuentra de forma natural en productos lácteos como la leche, el yogur y el queso, así como en bebidas vegetales fortificadas. Consumir entre 1 y 2 tazas (aproximadamente 250-500 ml) de lácteos o alternativas fortificadas al día suele proporcionar suficiente calcio.

Si eres intolerante a la lactosa, los productos lácteos sin lactosa con calcio añadido son una buena alternativa. Si tienes alergia a la proteína de la leche, consulta con tu médico sobre los suplementos de calcio.

Qué debes evitar

  • Productos con ginseng: Deben evitarse por completo, ya que pueden afectar los niveles de estrógeno en el cuerpo.
  • Productos a base de algas: Los niveles de yodo pueden variar significativamente. Consulta con tu médico antes de consumirlos.
  • Tiza de calabaza (calabash chalk): A veces se usa como remedio natural para las náuseas del embarazo, pero contiene altos niveles de plomo y debe evitarse estrictamente.

Sigue las recomendaciones de dosificación

Si tomas vitaminas o suplementos prenatales, sigue siempre la dosis recomendada. Por ejemplo, asegúrate de no superar los 1 mg (1.000 mcg) de vitamina A al día procedente de suplementos. También ten cuidado al combinar varios productos: tomar demasiados suplementos diferentes puede llevar a un consumo excesivo de ciertos nutrientes.

Consulta con tu médico para elegir los suplementos adecuados en el momento adecuado durante tu embarazo.

Jenny Jansson

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